La salud bucal de los más pequeños es fundamental a la hora de prevenir futuros problemas en la adolescencia y en la edad adulta. Además, los dientes y las encías de los niños, si están bien cuidados, les ayudan a mantener una óptima salud general, señala la doctora Elva Vega.
“Cuando los menores presentan caries, infecciones u otro tipo de enfermedad bucal, estos factores pueden derivar en importantes problemas de salud como deficiencias en la nutrición y en el desarrollo del lenguaje, dolor y baja autoestima”, añade.
Para que los niños logren una aceptable salud dental requieren una correcta rutina de higiene bucal. Para ello es necesario cepillarse los dientes después de cada comida, procurar eliminar de su dieta alimentos con un alto índice de azúcar y acudir regularmente al dentista.
El cuidado dental debe convertirse en un hábito que, desarrollado desde la infancia, perdure durante toda la vida. En este aspecto, la atención y supervisión de la familia resulta fundamental. Según la especialista, en lactantes alimentados exclusivamente con leche materna no hay que limpiar los residuos de leche de la boca, ya que esa leche es buena para su sistema inmune. Si recibe fórmula, se puede o no remover los excesos de leche de la boca, ya que no hay estudios que demuestren su efectividad.
¿Cómo limpiar cuando aparecen los dientes?
“Una vez que sale el primer diente, se debe utilizar un cepillo con las características para esa edad, es decir, que tenga el tamaño adecuado, cabeza pequeña y que sea suave”, recomienda Vega. Además, se debe realizar el lavado con pasta de más de 1000 partes por millón de flúor, por lo menos dos veces al día (en la mañana y antes de acostarse). La cantidad de pasta varía dependiendo de la edad del niño.
El cepillado debe ser de forma circular y con movimientos de arrastre incluyendo la encía. Además, se debe cepillar suavemente la lengua, que también atrae bacterias. “El cuidado de los dientes es fundamental desde los inicios de la vida. Con respecto a los controles, es importante que se realicen desde pequeños. La primera visita al dentista debe ser entre los 6 meses y 1 año, con controles cada seis meses”, enfatiza la especialista.
Esa supervisión del odontopediatra es fundamental, ya que entregará todas las recomendaciones para el cuidado de los dientes de los hijos y detectar posibles factores de riesgo.
Fuente: La República